Redirecciones web: qué son y cómo hacerlas (SEO)

Un cambio en la URL de una web, una página de un producto descatalogado o una migración de http a https son algunas de las situaciones donde es necesario hacer una redirección web. A la hora de redirigir o cambiar de ubicación una página o incluso un dominio completo, es importante seguir unas pautas para que no perjudique al posicionamiento SEO del site.

Existen dos tipos de redirecciones: temporales o permanentes. Vamos a ver en qué consisten, cuándo debes aplicar cada una de ellas y cuáles son los pasos para realizarlas.

¿Qué es una redirección web?

Al hacer una redirección web se comunica a los motores de búsqueda el cambio de una página por otra. Hay varios motivos para hacer una redirección. ¿Cuáles son los casos en los que hay que aplicar una redirección?

  • Renovación o modificación total del contenido de la web, incluida la URL o el enlace
  • Fusión de varias páginas en una URL canónica
  • Borrado de una página, en la que se dirige el tráfico de la antigua a la nueva
  • Cambio del nombre del dominio
  • Migración del dominio de http a https

Estos son algunos de los más habituales, aunque no son todos. Desde el punto de vista SEO, una redirección web transfiere la autoridad de una página a otra, siempre que se haga bien. Una empresa no puede permitir que su dominio devuelva algún código de estado 400, como el temido 404 not found, que indica que el contenido no existe. Este tipo de errores perjudican notablemente a la visibilidad en Internet y al posicionamiento en buscadores. Una página web eliminada es uno de los factores que más penalizan al SEO de un dominio.

Tipos de redirecciones: permanentes y temporales

Una redirección permanente es aquella que devuelve el código de estado 301. Este tipo de redireccionamiento indica la nueva ubicación de la página a los motores de búsqueda. En cambio, la redirección temporal o redirección 302 dirige a los usuarios por un periodo de tiempo determinado a una nueva web.

Redirección 301 y 308 (permanente)

En SEO, este tipo de redirección traslada toda la autoridad del antiguo contenido al nuevo. ¿Y qué significa traspasar la autoridad? Google y el resto de buscadores otorgan una puntuación, clasificación o ‘poder’ al dominio y cada una de las páginas que lo conforman.

Esta autoridad, también conocida como link equity, page authority, page rank o cualquier otro anglicismo que se le parezca, se consigue con información de interés para la búsqueda del usuario, la puntuación del dominio o por el linkbuilding (estrategia de enlaces externos e internos. De los ejemplos comentados anteriormente, una migración de http a https, el borrado de una página o la actualización de su contenido son algunos de los casos donde realizar una redirección 301 permanente.

La redirección 308 cumple una función similar pero se cree (no hay nada oficial ni ningún dato que lo confirme) que no traspasa el link equity. Los expertos en SEO recomiendan no utilizarla y aplicar en su caso, siempre que se pueda, la 301.

Redirección 302 y 307 (temporal)

Estos dos tipos de redirecciones informan a Google que una página cambia su ubicación de manera provisional. Por ejemplo, por una promoción de algún producto o una campaña especial de Navidad o de rebajas. La redirección 302, igual que la 301, traspasa la autoridad de la página permanente a la temporal. Es recomendable utilizar este código de estado en lugar del 307, que no es tan beneficioso para el posicionamiento en buscadores.

¿Es perjudicial redirigir una web para el SEO?

Como hemos visto en los dos tipos diferentes de redirecciones, no, redirigir una página web no perjudica al SEO del dominio o de la propia página. Eso sí, hay ciertas pautas o directrices para hacerlas correctamente y situaciones que se deben evitar. A las arañas de los buscadores no les ‘gusta’ que una página tenga múltiples redirecciones. No es aconsejable y es, incluso, negativo.

Un ejemplo claro de esto es redirigir varias páginas de una a otra. Por ejemplo, la página 1 redirige a la página 2, la página 2 a la página 3 y la página 3 a la página 4. En este caso, basta con redirigir todas a la página 4 para reducir el tiempo de rastreo de la web y que sea más ‘SEO friendly’.

Ricardo Toral

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