Por qué el contenido es tan importante en el diseño de una web
No es raro encontrar páginas webs en las que la calidad de los contenidos no está a la altura del diseño del site que los acoge. Esto sucede porque, a menudo, al desarrollar una página web, los diseñadores suelen centrarse en la parte funcional y estética de su trabajo, dejando en manos del cliente el desarrollo de los contenidos. La consecuencia de esta decisión es que, enseguida, dichos contenidos comienzan a llegar tarde, en formatos no adecuados y sin la necesaria optimización. En realidad, es normal que esto ocurra. Todo el mundo sabe escribir, pero esto no es sinónimo de saber hacerlo de un modo atractivo e interesante capaz de impulsar en el lector la acción de leer.
En muchos de los casos son los propios diseñadores los que animan a los clientes a crear su propio contenido. Se les dice que a través de Google Drive el proceso podrá ser gestionado a satisfacción de las partes. Craso error. Primero, porque es probable que el cliente carezca de la formación adecuada para el uso de la herramienta, lo que requerirá bastantes horas de aprendizaje. Y segundo porque, cuando se consiga el objetivo, lo más probable es que comiencen a llegar contenidos no aptos para la página web. Total, una pérdida total de tiempo.
Diseño y contenido no son lo mismo
Comúnmente, tanto diseñadores como clientes, creen que el diseño de una página web y los contenidos que se cuelgan en la misma son parte de una misma tarea. Otro error. Normalmente, ni diseñador ni cliente tiene ni la experiencia ni las habilidades suficiente para ocuparse, con eficacia, de la labor de elaborar contenidos de calidad. En realidad, diseño visual y elaboración de contenidos van a ser dos labores separadas, pero interconectadas, dentro del proceso de desarrollo de la web… y de cada una de estas dos tareas habrán de ocuparse sendos profesionales capacitados.
Encargar la creación de contenidos, aportará las siguientes ventajas:
- Consolidará el mensaje de la marca.
- Ahorrará mucho tiempo para todas las partes.
- Hará que el diseño (y el proceso de diseño) sea más efectivo.
- Dará como resultado una mejor experiencia de usuario.
Muchos clientes piensan que es una inversión innecesaria, que no van a ver retorno de la misma. No entienden que sin esa inversión, el resultado final va a ser mucho más pobre en todos los sentidos.
Como incorporar el contenido al diseño de la web
Está claro. Si se desea crear un sitio web que cumpla con los objetivos comerciales de un cliente hay que darle mucha importancia a la creación de los contenidos. Algunas ideas para hacerlo podrían ser:
- Mantener reuniones preparatorias con el cliente
Será el momento de responder, con él, a preguntas como ¿Qué querría encontrar un potencial cliente en la página de inicio de una web? ¿A quién le resultará útil el contenido que se va a ofrecer? ¿Cómo podría actuar el usuario después de visitar la página? Un sencillo ejercicio de empatía que va a resultar muy útil. Además, el cliente tomará conciencia de que el contenido es tan importante como el diseño y que merece la pena invertir en él.
En las primeras entrevistas con el cliente, de cara a desarrollar una estrategia de contenidos eficaz, basada en un profundo conocimiento de la marca por parte del creador de contenidos, será importante encontrar respuesta a estas preguntas:
- ¿Por qué hace lo que hace?
- ¿Cómo su producto o servicio mejora la vida de sus clientes?
- ¿Cómo le describen sus clientes?
- ¿Quiénes son sus competidores y en qué se diferencian?
- ¿Adónde le llevará este proyecto?
El objetivo aquí es hacer que, quien ha encargado la página web, piense en sí mismo y en sus clientes. El resultado será poder traducir las respuestas en contenido útil y decisiones de diseño.
- Trabajar regularmente con un redactor o equipo de redactores
Esto permitirá, desde el comienzo del proceso de creación de una página web, crear enfoques comunes entre los desarrolladores web y los creadores de contenidos. Por ejemplo, a la hora de presentar un presupuesto a un cliente, no se debería dividir el desarrollo de front-end y back-end en entregables separados. Esto dará la oportunidad al cliente de plantearse “esto lo quiero y esto no lo quiero”.
- Utilizar contenidos reales desde el principio.
Esto supone olvidarse de los marcadores de posición Lorem Ipsum. Tampoco ir creando contenido según se avanza en el diseño de la web (al final, lo más probable es que el resultado final no guste, puesto que no se ha tenido una visión global desde el principio). Si se puede comenzar a diseñar la web teniendo ya el contenido, mejor que mejor.
Si el cliente decide crear su propio contenido
Pese a todo lo dicho, puede haber casos en los que el cliente decida que tiene recursos suficientes como para ocuparse, él mismo, de la redacción de estos contenidos. En ese caso, lo que habrá que hacer es guiarlo en el proceso a través de una serie de instrucciones:
- Retrasar el paso al diseño visual hasta contar con contenido real con el que trabajar.
- Dar al cliente un plazo de entrega de contenido.
- Configurar todos los documentos para el cliente como archivos de Word o documentos de Google Drive. Asegurarse de que cada uno se refleje en una página dentro del mapa del sitio. Esto le da al cliente un marco para escribir dentro.
- Entregar plantillas y utilizar restricciones para ayudar al cliente a producir contenidos que funcionen bien. Por ejemplo, incluir un campo para «título de la página» e indicar que no debe tener más de 6-8 palabras.