La empresa asume la hibridación

  • Según datos de la consultora Boston Consulting Group (BCG), el 65% de las empresas españolas aspira a alcanzar modelos híbridos. Con respecto a los trabajadores, solo un 12% de los empleados consultados desea teletrabajo los cinco días de la semana.
  • El desempeño laboral en remoto, dos o tres días semanales en condiciones idóneas, mejora el rendimiento un 19% y la calidad del trabajo un 10%,

Los datos lo demuestran: la pandemia del Covid-19 ha sido el elemento catalizador de la transformación digital del trabajo que actualmente vivimos… y viven las empresas. Y es que, si antes del coronavirus, tan sólo un 10% de las empresas españolas aplicaban, para la totalidad de las plantillas, medidas de teletrabajo, hoy ese porcentaje ha subido hasta el 29%. Pero hay más. El 59% de las compañías españolas aplican medidas de teletrabajo que afectan a un 75% de sus plantillas. Estos, y otros datos, se incluyen en el II Barómetro sobre la Digitalización de la Gestión del Talento, elaborado por The Key Talent, ICADE Business School, la Universidad de Deusto y la Universitat Ramón Llull.

De los diversos modelos de trabajo que están surgiendo, el modelo híbrido es el que más adeptos está ganando, tanto por parte de las empresas como de los trabajadores. Las primeras han comprobado que, además de los evidentes efectos en forma de ahorro (menos espacios físicos de trabajo, menos gastos de alquiler, suministros, energía….), la combinación de trabajo presencial y teletrabajo es una buena fórmula para atraer y retener talento. Quizás por este motivo, y según datos de la consultora Boston Consulting Group (BCG), el 65% de las empresas españolas aspira a alcanzar modelos híbridos. Con respecto a los trabajadores, solo un 12% de los empleados consultados desea teletrabajo los cinco días de la semana -únicamente un 4% quiere una presencia permanente en el centro laboral-. La mayoría prefiere la hibridación, la flexibilidad. El desempeño laboral en remoto, dos o tres días semanales en condiciones idóneas, mejora el rendimiento un 19% y la calidad del trabajo un 10%, el mismo porcentaje en el  que sube el orgullo de pertenencia a la empresa.

¿La transformación digital iba a suceder sí o sí?

El Covid-19 ha puesto a prueba el estado de preparación –previo a la pandemia- que tenían las empresas y organizaciones en sus procesos de transformación digital. Y la respuesta ha sido que todo el mundo ha tenido que responder, lo más rápidamente posible, desarrollando e implementando soluciones digitales, automatizando procesos y soluciones en la nube. También,  dando facilidades a sus trabajadores para realizar su trabajo en remoto.

Fases de la digitalización

Con mil variantes, cada una de las cuales pensada para adaptarse a la particularidad de cada circunstancia, el proceso de digitalización de las empresas tiene como común denominador tres fases sucesivas:

  1. Necesidad de mantener la continuidad del negocio

La tecnología y plataformas digitales juegan un papel clave, ya que permiten mantener el negocio operativo a través de diferentes herramientas de conectividad y colaboración.

  1. Fortalecer la estructura de la empresa a través del aprendizaje

Los responsables de la transformación tecnológica deben comprender el panorama cambiante e idear soluciones creativas. Las empresas deben ser ágiles en la implantación de sus capacidades digitales, enfocándolas hacia la nueva normalidad.

  1. Prepararse para la nueva normalidad.

La transformación digital impulsada por la pandemia en una economía incierta probablemente no sea el escenario que la mayoría de líderes tecnológicos esperaban, pero, a medida que la tecnología y plataformas digitales demuestran su capacidad para ayudar a cambiar la trayectoria de una empresa y agregar valor, están consiguiendo que los negocios evolucionen. Es importante enfocar tareas laborales y estructuras empresariales hacia la digitalización, estableciendo estrategias a largo plazo.

Bancos y aseguradoras se adelantaron

Un estudio del Instituto de Finanzas Internacionales y Deloitte ha revelado que las inversiones digitales, llevadas a cabo por bancos y aseguradoras durante la última década, han permitido a este grupo de empresas resistir mejor el impacto del Covid-19. Esto ha sido posible porque la computación en la nube de sus tareas ha posibilitado que sus trabajadores operen con una mayor flexibilidad. José Luis Gugel, profesor, managing partner y socio fundador de The Key Talent, una empresa especializada en la gestión de talento opina que “el futuro en la gestión de personas pasa por apostar por nuevas herramientas tecnológicas y digitales, sin perder de vista que el activo más importante de una compañía sigue siendo el componente humano. Siempre hemos optado por este camino, digitalizando todas las soluciones en torno al ciclo de vida del talento.  Seguimos de cerca cuáles son las necesidades que tienen las compañías para, así, responder a la demanda que pudiese haber en ese sentido».

No todo puede ser teletrabajo

El modelo híbrido de trabajo presencial y en remoto será la “nueva normalidad” del trabajo. Actividades del día a día, tales como compartir información, preguntar o dar feedback, hacer seguimiento comercial, actualizar el estado de los procesos, pueden llevarse a cabo a través de videoconferencia, móvil, email. Lo importante es que la colaboración sea constante manteniendo por las distintas vías, brainstorming de ideas, desarrollo y diseño de planes, la resolución de problemas y el alcance de objetivos. Y gran parte de este trabajo sigue requiriendo una labor presencial. Aun así, y según el McKinsey Global Institute (MGI), más del 20% de los trabajadores en funciones altamente calificadas, no orientados al cliente (por ejemplo, finanzas, seguros, TI) podrían trabajar de manera remota de manera muy efectiva, incluso de tres a cinco días a la semana.

Nuevos usos para las oficinas

Es evidente: las sedes de las empresas nunca volverán a ser las mismas. La pandemia va a desarrollar –lo está haciendo ya- una nueva forma de trabajar que aún no ha alcanzado toda su dimensión. Para empezar, se han comenzado a reconfigurar los espacios de trabajo. Su futuro uso y reordenación dependerá de un ejercicio de reflexión generalizado sobre el nuevo modelo de trabajo y de oficina hacia el que quieren ir. Según Leyre Octavio de Toledo, directora del área de Arquitectura de la consultora inmobiliaria Savills Aguirre Newman “hasta las empresas más conservadoras han iniciado procesos de cambio. No se quieren precipitar en la toma de decisiones porque la apuesta es a largo plazo, aunque todo el mundo se decanta por el sistema de trabajo híbrido”.

Es muy posible que, cuando acabe el proceso de transformación, las oficinas acaben teniendo entre un 10 y un 25% de su espacio infrautilizado… una infrautilización que no se prolongará mucho tiempo. Las empresas ya están ideando formas para rentabilizar sus sedes tratando de obtener ingresos directos.

Versusbyte.com

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