Elon Musk dice que los mensajes directos de Twitter deben estar encriptados de extremo a extremo
Hace unas semanas que la noticia saltó a los medios de comunicación: el magnate Elon Musk compró Twitter por 42.000 millones de euros. La adquisición de la compañía por parte del fundador de Tesla y de SpaceX, es posible que traiga profundos cambios en la red social del pajarito azul. Una de estas novedades podría ser la introducción del cifrado de extremo a extremo para mensajes directos (DM), tal y como sucede actualmente en otros servicios de mensajería como WhatsApp, Signal e iMessage.
La introducción de tal modificación no es sólo una hipótesis. Musk, como es su costumbre, tuiteó su opinión a sus muchos millones de seguidores “los mensajes directos de Twitter deben tener un cifrado de extremo a extremo para que nadie pueda espiar o piratear sus mensajes”. Hasta ahora, y al contrario de los que sucede con las plataformas de mensajería arriba mencionadas, que permiten a sus usuarios enviarse mensajes privados encriptados entre sí, Twitter puede leer los DM enviados a través de su plataforma antes de que lleguen a su destinatario.
Para evitar la difusión de mensajes perjudiciales
Twitter no ha ocultado este modo de proceder. La propia compañía siempre ha reconocido que rastrea los DM enviados por sus usuarios en busca de contenido prohibido por sus normas de uso (como spam). Incluso, y si lo considera necesario, Twitter reconoce disponer de protocolos que permite a sus trabajadores realizar revisiones manuales de alguna de las cuentas de usuario cuando se sospecha que, desde las mismas, se está produciendo un quebrantamiento de las condiciones de uso del servicio. También en el caso de tener que aplicar ordenes o solicitudes de fuerzas del orden, jueces o gobiernos.
Es probable que la percepción de muchos usuarios de Twitter sea probablemente que, cuando envían un DM a otro usuario, el mensaje enviado tan sólo va a ser leído por su destinatario. Esto significa que uno puede verse inclinado a compartir información privada, y confidencial, que, de existir una conciencia previa sobre la posibilidad de ser espiado, quizás se considerara más prudente compartir a través de un sistema de comunicación más seguro.
Nada es seguro 100%….ni los mensajes encriptados
Elon Musk dice que nadie podría espiar o piratear mensajes si los DM de Twitter se encriptaran de extremo a extremo. No tiene razón… y lo sabe. Después de todo, bastaría con que alguien tuviera acceso (esto es, hackeara) las cuentas de envío o de recepción, para poder leer los mensajes directos con la misma facilidad que las personas a las que van dirigidos. Lo que si consigue el cifrado de extremo a extremo es dificultar la labor del hacker, hace que le sea más complicado recoger los mensajes privados de una persona.
Los gobiernos en contra del encriptado
La difusión de mensajes encriptados, a los que es difícil seguir la pista, lleva años poniendo en alerta a muchos gobiernos. Sobre todo a los más autoritarios. WhatsApp es una de las aplicaciones que usa esta tecnología. Ahora Twitter parece que va a seguir el mismo camino. Sin embargo, esta defensa de la privacidad del usuario, por parte de las compañías –evidentemente con la nada oculta intención de tener más usuarios… e ingresos- choca con las intenciones actuales de muchos gobiernos. Por ejemplo, el Congreso de Estados Unidos debate una ley para sacar adelante una legislación que vaya en esta dirección. Esta propone que los sistemas de comunicación encriptados dispongan de puertas traseras para que, en circunstancias excepcionales, un juez pueda solicitar al servicio que le proporcione mensajes encriptados de sus usuarios. Esto, sin duda, frenaría el uso de esta clase de aplicaciones para cometer delitos, pero también podría mermar la libertad de expresión.
El cifrado protege al usuario
Aunque la mensajería privada y encriptada pueda ser utilizada para fines perversos, lo cierto es que el cifrado en si no es algo malo. Es algo bueno. El cifrado protege nuestra privacidad de los piratas informáticos y de la delincuencia organizada. También defiende los datos privados que incluimos en cuentas bancarias o compras y pone a salvo –hasta cierto punto- nuestras identidades y conversaciones privadas, además de salvar las vidas de activistas de derechos humanos que trabajan contra regímenes opresores en diferentes lugares del mundo. Sí, el cifrado puede ser utilizado tanto por personas malas como buenas. Pero eso no significa que las buenas personas no deban tener la oportunidad de ser protegidas por él. Como dijo una vez James Ball, escritor y galardonado periodista Premio Pulitzer de la Oficina de Periodismo de Investigación: «La analogía del mundo real con la actitud de los gobiernos hacia el cifrado es como si la policía hiciera campaña para prohibir las cerraduras de las puertas porque dificultan que los agentes puedan entrar en las casas de los delincuentes».