Mes: octubre 2022
¿Cómo hacer campañas SEM de remarketing?
Si ya has empezado a realizar campañas de marketing digital de tipo SEM para tu negocio, deberías acompañarlas siempre de campañas de remarketing. Esta estrategia consiste en volver a impactar con tus anuncios a aquellas personas que ya mostraron interés por tu marca en el pasado. También denominado como retargeting, es uno de las campañas de publicidad más efectivas que existen a nivel digital.
La posibilidad de llegar al usuario que ya conoce la empresa o el producto, permite que el anuncio de esta campaña personalizada esté enfocado a lograr la conversión final. Las empresas aprovechan esta situación para mostrar anuncios enfocados en la venta, ya que el cliente ya conoce el artículo o servicio que va a adquirir y hay que acelerar el proceso de venta.
Vamos a ver en qué consiste el remarketing y cómo aplicarlo a tus campañas SEM de Google AdWords, Facebook Ads o cualquier otro motor de búsqueda o red social.
Qué es el remarketing o retargeting SEM
Aunque ya te hemos dado una pincelada en la introducción del artículo, vamos a hablar a fondo de estos dos conceptos. El remarketing o retargeting no tiene una traducción literal al castellano, pero lo podríamos traducir como reimpactar. Es decir, volver a insistir con el mismo anuncio al usuario que anteriormente hizo clic en él. No sólo clics, también se puede hacer remarketing a personas que han añadido productos al carrito pero no finalizaron la compra o a aquellos que han rellenado algún tipo de formulario.
En muchas ocasiones, la decisión final de compra del usuario pende de un hilo, y hay que echar una cuerda para rescatarla. Para cualquier empresa del sector Retail, donde suele haber mucha competencia y comparativa de precios, supone una gran ventaja volver a recordar al cliente potencial a través de un e-mail o una notificación en el navegador. Este es sólo un ejemplo para un sector en concreto, pero es extrapolable a cualquier otro tipo de negocio, independientemente de su actividad o tamaño.
Uno de los focos donde debes poner la inversión en publicidad de tu negocio es en el Search Engine Marketing o marketing en motores de búsqueda. Aunque este concepto no se adjudica sólo a la publicidad en buscadores como Google o Bing, también engloba a las campañas de marketing en redes sociales como Facebook o Instagram. Las campañas SEM deben acompañarse de buenas estrategias de remarketing para lograr alcanzar a los clientes con el mejor retorno de la inversión posible.
¿Cómo hacer remarketing a tus campañas SEM?
De hilos va la cosa, y recogemos el de la anterior frase. ¿Por qué o cómo el retargeting ofrece un ROI positivo (retorno de la inversión)? La explicación es muy sencilla. Imagina que haces publicidad a través de Facebook Ads pero no estás seguro de si vas a llegar a tu público objetivo. Con el retargeting a esa campaña SEM de Facebook, te aseguras casi por completo impactar a clientes potenciales, puesto que sólo se mostrará el anuncio a aquellas personas que ya hayan hecho clic en él. Con el «casi por completo» nos referimos a casos aislados como clics erróneos o fallidos, es decir, que se hacen sin querer, o incluso algunos clics que tu competencia utiliza para ‘espiarte’.
Remarketing en Google AdWords
Si hablamos de campañas de remarketing, no puede faltar la plataforma por excelencia: Google AdWords. Google tiene un amplio abanico de diferentes campañas, donde destacan las estándar y las dinámicas. Las primeras están dirigidas a los visitantes que han visitado tu home, consultado algún producto o añadido artículos al carrito. Cuando el usuario navega por la web, se le colocan las famosas cookies (esas que tanto aceptamos). Los usuarios que tienen ese código de seguimiento, se añaden a una audiencia donde poder enfocar anuncios ligeramente más ‘agresivos’.
Seguro que alguna vez has buscado un coche de segunda mano o un alojamiento, y en los meses siguientes te has hartado de ver coches, hoteles y apartamentos. Esta es la segunda tipología de campaña más efectiva, las dinámicas. Aunque estas campañas no ofrecen un retargeting tan específico como las anteriores, al fin y al cabo llevan al usuario a encontrar opciones similares que puede comprar en tu web.
Además, la mayoría de plataformas de anuncios posibilitan realizar la estrategia de ‘reimpacto’ de manera sencilla, como Google AdWords. Otras, como Facebook o Instagram, lo ponen un poco más complicado y es necesario la instalación de una cookie o asignar un código de seguimiento a la página de aterrizaje de tu anuncio. Para crear campañas SEM efectivas y hacer remarketing a los visitantes de los anuncios, rellena el formulario para que nos pongamos en contacto contigo y hagamos que tu negocio empiece a despegar.
Por qué integrar el eCommerce con el software de gestión
El programa Kit Digital, TicketBAI, Ley Antifraude, Ley Crea y Crece… todas estas iniciativas están encaminadas a digitalizar la gestión empresarial. Muchos negocios con modelo de administración old school están abocados a la modernización y a la digitalización. El auge de las tiendas online ha obligado ya a mudarse a este entorno a miles de estas pymes y autónomos. La mayoría de ellos, además de la plataforma de eCommerce, utilizan un software de gestión o ERP para controlar todas las áreas del negocio: venta online y física, clientes o proveedores, almacén o los recursos humanos. Es importante vincular o integrar el eCommerce y el software de gestión para no trabajar por duplicado y centralizar la información.
¿Qué es un software de gestión?
Si eres propietario de una empresa que gestiona miles de datos, deberías conocer el concepto y los beneficios de los software de gestión para empresas. También llamados ERP -Enterprise Resource Planning- son programas informáticos para la planificación de los recursos empresariales. Permiten la gestión integral de negocios de diferentes tamaños y sectores, con soluciones verticales para cada uno de ellos. Por ejemplo, ERPs con módulo para empresas de producción o de contabilidad para gestorías.
Estos programas permiten registrar los clientes o proveedores; gestionar el almacén y el stock o tarifas de cada producto; emitir y enviar facturas a clientes; o sincronizar la tienda online con el software de gestión. ¿Y qué quiere decir sincronizar, integrar o vincular? Significa que cuando te realicen un pedido en la tienda, este se traspasa al programa, descuenta el stock del producto, registra el cliente en su base de datos y, además, puedes analizar y conocer estadísticas de ventas o de costes.
Esta conexión es clave para cualquier negocio que gestione decenas o cientos de pedidos diarios o mensuales, puesto que organiza y convierte en más eficiente la gestión de cada recurso. Desde el personal del almacén, pasando por los transportistas hasta llegar al servicio posventa o de fidelización del cliente.
Ventajas de integrar eCommerce y software de gestión
WooCommerce, PrestaShop, Shopify, Magento… existen múltiples plataformas de venta digital donde alojar una tienda online. Aunque la mayoría de ellas cuentan con gestión de la cartera de clientes o el control de stock, no son tan funcionales ni tan ventajosos como un software de gestión.
La vinculación de la tienda con el ERP, ambas herramientas con acceso desde la nube, ofrece integración total de pedidos, clientes y almacén:
- Pedidos: cuando un cliente realiza un pedido en la tienda online, se traspasa en tiempo real al software. Toda la información se sincroniza en el ERP: datos del cliente, productos, dirección, etc.
- Clientes: si es un cliente nuevo el que hace la compra, se crea la ficha del cliente en el programa de gestión. Si es un cliente que ya está registrado en la base de datos, si hubiera algún cambio en los datos, se actualiza con la nueva información.
- Productos o servicios: el inventario y todas las características de los artículos o servicios están conectados. Esta conexión favorece la gestión de la venta multicanal, ya que se puede diferenciar el canal físico y el online con la aplicación de diferentes tarifas de precios. Otras funciones que incluyen son la sincronización de stock o la actualización de precios por promociones y campañas especiales (Navidad, Black Friday o época de rebajas).
Almacén de la tienda online y física conectados
Los negocios que contaban con sólo establecimientos comerciales físicos se han visto obligados a abrir las puertas al mercado online. Esto no supone la pérdida de los puntos de venta de toda la vida, sino la compatibilización de la venta por ambos canales. La integración del programa de gestión y la tienda online supone unir la venta física y digital dentro de una misma plataforma de gestión empresarial. Esto permite la distinción por almacén, uno para los pedidos en línea y otro para las ventas realizadas en el TPV del establecimiento, y la actualización constante del stock en cada uno de ellos.
Las plataformas más habituales de eCommerce como PrestaShop o WooCommerce contemplan la conexión con este tipo de programas, por lo que te recomendamos que alojes tu tienda en una de estas dos plataformas para conseguir la integración total de la venta online y la física.
TOP 6 de Meta Tags más importantes para SEO
Para alcanzar e impactar a nuestro público objetivo a través del marketing de contenidos, estos deben aportar valor a los clientes potenciales y a los motores de búsqueda. Sí, has oído bien. Cuando se utiliza la expresión de la optimización de un artículo o una página, se refiere a orientar el contenido, es decir, títulos, cuerpo del texto o imágenes de la web, a que se coloque en las primeras posiciones de resultados de Google y del resto de buscadores. Uno de los factores clave para alcanzar el top 3 de las SERP es de la utilización correcta de las meta tags SEO.
¿Qué son los meta tags y cuál es su función en SEO?
También llamadas meta etiquetas por su traducción al español, son componentes del código HTML de una página muy relevantes para que los motores de búsqueda detecten de qué trata el contenido. Las meta tags ayudan a los buscadores a posicionar las mejores páginas para resolver las diferentes intenciones de búsqueda de los usuarios. Además del texto e información pura, en el enlace de la página o en la descripción de una imagen podemos insertar estos fragmentos de código con las palabras clave adecuadas.
El objetivo de los meta tags en SEO es justamente este. Colocar las keywords más relevantes en las diferentes etiquetas de la web. No sólo la palabra clave principal, también las long tail o de cola larga, es decir, aquellas que tienen menor volumen de búsqueda pero existe mayor probabilidad de éxito de posicionar el contenido y atraer tráfico cualificado.
Las últimas actualizaciones del algoritmo de Google apuntan a que el usuario interactúa con el buscador y le formula preguntas directamente. ¿No le has preguntado alguna vez a Siri o a Alexa que te dijera qué tiempo va a hacer hoy? Precisamente por esto, es recomendable recoger y responder a las preguntas más habituales que tu público objetivo se hace antes de contratar el producto o servicio que vendes.
Las 6 meta tags más importantes para SEO
Existen decenas e incluso cientos de meta tags por cada página web que se pueden optimizar y que son importantes para el Search Engine Optimization (SEO). Los buscadores prestan especial atención a 6 de estas etiquetas:
- Title: el título de la página que se mostrará en los resultados de las búsquedas (SERP) y que más tiene en cuenta Google. El encabezado debe contener las principales palabras clave. Recuerda que, aunque tienes que tener en cuenta a los motores de búsqueda, escribe siempre para los usuarios y no para Google.
- Subtítulos: estas etiquetas sirven para estructurar y jerarquizar el contenido para el lector, aunque también tienen efecto sobre el SEO. Estos tags son los H1, H2, H3… El H1 es similar a la etiqueta title, pero este se mostrará en la página y no en las SERP, por lo que su función principal es organizar el contenido para los usuarios. Aquí deberías insertar las keywords secundarias y palabras relacionadas semánticamente.
- Metadescription: es una descripción más amplia para Google y el resto de buscadores del tema de la página. Se muestra en los resultados de búsqueda, justo debajo del título de la página. El meta tag description debe ser un breve resumen del contenido que consiga atraer la atención del usuario para que haga clic en la página.
- Meta tag ALT: describe el contenido de las imágenes insertadas en la página.
- URL: dirección o enlace de la página. Junto con el título y las keywords, es uno de los factores más relevantes para SEO.
- Robots: indica a los buscadores si la página está indexada (puede mostrarse en las SERP) y si debe ser rastreada por las arañas. Si no queremos que aparezca la página en los resultados de búsqueda, insertamos la variable de noindex y nofollow.
‘Sobreoptimizar’ el contenido no da mejores resultados
Hace unos años, cuando se empezaba a conocer el concepto de SEO y posicionamiento o visibilidad en Internet, se aplicaban técnicas muy diferentes a las actuales. Por ejemplo, el meta tag keywords era de los más importantes, mientras que hoy en día apenas tiene relevancia. Tiene lógica, puesto que era una técnica black hat SEO, es decir, una especie de engaño para que los motores de búsqueda posicionen mejor el contenido.
El algoritmo de Google y del resto de buscadores ya conocen estas técnicas y han evolucionado para evitar ‘ser engañados’. La etiqueta keywords, antaño la más importante, ahora tiene un valor residual. Es decir, por muchas palabras clave que se reflejen en esta etiqueta, si el contenido de la página no aporta valor a la keyword o, directamente, no se habla de ella en la página, el buscador interpreta que le estamos tratando de mentir.
‘Sobreoptimizar’ no es exactamente engañar al buscador, pero sí sobreactuar o recargar demasiado el contenido para Google y no para los usuarios. No utilices la misma palabra clave para todas las etiquetas. Utiliza las keywords de long tail o palabras relacionadas semánticamente. En resumen, si el contenido es atractivo, interesante y de valor para el visitante de la web, los buscadores lo situarán en los primeros resultados de búsqueda.
Redirecciones web: qué son y cómo hacerlas (SEO)
Un cambio en la URL de una web, una página de un producto descatalogado o una migración de http a https son algunas de las situaciones donde es necesario hacer una redirección web. A la hora de redirigir o cambiar de ubicación una página o incluso un dominio completo, es importante seguir unas pautas para que no perjudique al posicionamiento SEO del site.
Existen dos tipos de redirecciones: temporales o permanentes. Vamos a ver en qué consisten, cuándo debes aplicar cada una de ellas y cuáles son los pasos para realizarlas.
¿Qué es una redirección web?
Al hacer una redirección web se comunica a los motores de búsqueda el cambio de una página por otra. Hay varios motivos para hacer una redirección. ¿Cuáles son los casos en los que hay que aplicar una redirección?
- Renovación o modificación total del contenido de la web, incluida la URL o el enlace
- Fusión de varias páginas en una URL canónica
- Borrado de una página, en la que se dirige el tráfico de la antigua a la nueva
- Cambio del nombre del dominio
- Migración del dominio de http a https
Estos son algunos de los más habituales, aunque no son todos. Desde el punto de vista SEO, una redirección web transfiere la autoridad de una página a otra, siempre que se haga bien. Una empresa no puede permitir que su dominio devuelva algún código de estado 400, como el temido 404 not found, que indica que el contenido no existe. Este tipo de errores perjudican notablemente a la visibilidad en Internet y al posicionamiento en buscadores. Una página web eliminada es uno de los factores que más penalizan al SEO de un dominio.
Tipos de redirecciones: permanentes y temporales
Una redirección permanente es aquella que devuelve el código de estado 301. Este tipo de redireccionamiento indica la nueva ubicación de la página a los motores de búsqueda. En cambio, la redirección temporal o redirección 302 dirige a los usuarios por un periodo de tiempo determinado a una nueva web.
Redirección 301 y 308 (permanente)
En SEO, este tipo de redirección traslada toda la autoridad del antiguo contenido al nuevo. ¿Y qué significa traspasar la autoridad? Google y el resto de buscadores otorgan una puntuación, clasificación o ‘poder’ al dominio y cada una de las páginas que lo conforman.
Esta autoridad, también conocida como link equity, page authority, page rank o cualquier otro anglicismo que se le parezca, se consigue con información de interés para la búsqueda del usuario, la puntuación del dominio o por el linkbuilding (estrategia de enlaces externos e internos. De los ejemplos comentados anteriormente, una migración de http a https, el borrado de una página o la actualización de su contenido son algunos de los casos donde realizar una redirección 301 permanente.
La redirección 308 cumple una función similar pero se cree (no hay nada oficial ni ningún dato que lo confirme) que no traspasa el link equity. Los expertos en SEO recomiendan no utilizarla y aplicar en su caso, siempre que se pueda, la 301.
Redirección 302 y 307 (temporal)
Estos dos tipos de redirecciones informan a Google que una página cambia su ubicación de manera provisional. Por ejemplo, por una promoción de algún producto o una campaña especial de Navidad o de rebajas. La redirección 302, igual que la 301, traspasa la autoridad de la página permanente a la temporal. Es recomendable utilizar este código de estado en lugar del 307, que no es tan beneficioso para el posicionamiento en buscadores.
¿Es perjudicial redirigir una web para el SEO?
Como hemos visto en los dos tipos diferentes de redirecciones, no, redirigir una página web no perjudica al SEO del dominio o de la propia página. Eso sí, hay ciertas pautas o directrices para hacerlas correctamente y situaciones que se deben evitar. A las arañas de los buscadores no les ‘gusta’ que una página tenga múltiples redirecciones. No es aconsejable y es, incluso, negativo.
Un ejemplo claro de esto es redirigir varias páginas de una a otra. Por ejemplo, la página 1 redirige a la página 2, la página 2 a la página 3 y la página 3 a la página 4. En este caso, basta con redirigir todas a la página 4 para reducir el tiempo de rastreo de la web y que sea más ‘SEO friendly’.
Análisis de vulnerabilidad web: por qué es importante
Ninguna infraestructura web está a salvo de ataques informáticos o ciberataques. Por muy simples o complejos que sean los sistemas o aplicaciones de una empresa, un hacker siempre está preparado para aprovecharse de las debilidades y sustraer cualquier tipo de información. En el análisis de vulnerabilidad web se detectan las fallas o flaquezas en el acceso a los datos o a la arquitectura de comunicación e información (servidores, WiFi, hardware…) de un negocio.
La privacidad de los clientes y sus datos está en juego, lo que puede suponer la quiebra de la empresa, ya sea por pérdida de fiabilidad y credibilidad o por sanciones. En ciberseguridad no se puede arriesgar o escatimar y, en muchas ocasiones, además, lo exige la ley. Basta que nunca haya habido un robo de información o inestabilidad de funcionamiento en tu web, hasta que lo hay. Es ese tipo de inversión ‘invisible’, como el marketing, que no se sabe realmente qué alcance tiene pero hay que prestarle atención.
Hay realizar un escáner de las vulnerabilidades e inseguridades que hacen de un entorno web susceptible de ser hackeado para prevenir estas agresiones. Una vez detectadas las fragilidades de las Tecnologías de Información y Comunicación o TIC de la empresa, se deben solucionar con las medidas necesarias en materia de ciberseguridad. Vamos a ver cómo identificar algunas de las vulnerabilidades más comunes y qué decisiones debes adoptar para corregirlas.
¿Qué es el análisis de vulnerabilidad?
Hardware, software o telecomunicaciones son los entornos donde se producen los ataques cibernéticos. Esto es a los que nos referimos cuando hablamos de TIC o IT (Information Techlonogy en inglés). Este concepto engloba todos los dispositivos, redes y herramientas tecnológicas utilizadas por la empresa y sus trabajadores que intervienen en la gestión de información o comunicación.
El análisis de vulnerabilidad es un conjunto de procesos y pruebas que examinan la capacidad de ciberseguridad de una empresa, con especial atención en el entorno web. En primer lugar, hay que identificar las posibles brechas de seguridad con la elaboración de pruebas de vulnerabilidad en los sistemas. Los resultados del análisis deben solventar estas flaquezas y concluir con la resolución de un plan de ejecución por orden de importancia y riesgo.
El mejor método para detectar las brechas en las aplicaciones, en la web en los sistemas es la realización de pruebas. Simular y crear procesos o alertas para hallar las vulnerabilidades de seguridad. Además, estos test de evaluación de vulnerabilidades te permiten excluir los falsos positivos. En la actualidad existen millones de aplicaciones web, muchas de ellas conectadas o integradas entre sí, que resultan en el manejo de una gran cantidad de datos. Muchos de estos falsos positivos resultan de eventos extraños, pero no necesariamente peligrosos.
¿Dónde se detectan estas vulnerabilidades?
Ya hemos dicho que afecta a cualquier entorno que sea capaz de almacenar, procesar o gestionar datos. Por ejemplo, algunos de los puntos de acceso a las vulnerabilidades es a través del correo electrónico, las redes WiFi, direcciones IP, aplicaciones web, software de gestión empresarial o programas de contabilidad, bases de datos… y una lista sinfín.
Algunos de los planes de análisis más recurrentes son los Test Dinámicos de Seguridad de Aplicaciones o DAST (Dynamic Application Security Testing, en inglés) o el SST, Static Application Security Test.
Es importante no descuidarse en materia de ciberseguridad, especialmente si la prosperidad financiera de tu negocio se sostiene en una web, aplicación o se nutre de la seguridad y privacidad de los datos de tus clientes. Déjalo en manos de especialistas en análisis y detección de vulnerabilidades web que pongan solución y mejoren la calidad de ciberseguridad de tu empresa.